jueves, 16 de febrero de 2017

Todo lo que no pude decirte



A ti, que ya no estás:

Seis años no son suficientes como para dejar de llorarte igual o incluso más que el primer día que fui consciente de que te me habías ido, seis años no son suficientes como para dejar de añorar mi niñez entera de tu mano, seis años no son suficientes para olvidar o al menos dejar reposar en la memoria cada momento contigo. Que tengo grabadas a fuego todas y cada una de las veces que me sacabas a jugar, o cuando sin tener que decirte nada me hacías las croquetas que tanto me gustaban, que decirte a ti, Yaya, que la comida de los domingos no sabe igual sin ti.
Y que ni en seis años, ni en toda la vida la ausencia de la que para mí fue como mi segunda madre va a pasar desapercibida.Que se me cae el alma al suelo cada vez que me vienen los pensamientos en parte involuntarios de que no supe disfrutar de ti. Y ya de qué me sirve llorar mientras te escribo... si eso no supone que yo te consiga de vuelta. Es pura impotencia al ver que hay (y perdón por la expresión) tanto hijo de puta suelto, y que tu dios peque de esa manera llevándote con él

Estés donde estés se que siempre vas a estar orgullosa de la decisión que tome en la vida, me inculcaste una serie de valores y gracias a eso a día de hoy soy quien soy. Y ahora hablemos de ti, siempre te vi como una segunda madre, como la mujer coraje que todos los que te conocemos sabemos que eres, esa madre que se lo ha quitado todo a ella para sacar a sus hijos adelante, pero sobretodo gracias por ser el mayor ejemplo de humildad que me ha regalado la vida.

 Ya sé que toda una vida no va a ser suficiente para superar tu muerte, y que conforme maduro soy más consciente de tu pérdida, y es que en la memoria nadie muere, pero no te haces una idea de todo los que duele tu ausencia en el alma, y que las navidades dejaron de ser las mismas cuando empezaron a quitar tu plato de la mesa, y que lo de madrugar los domingos para acompañarte a misa dejó de tener sentido hace seis veranos
Hay cosas que por mucho tiempo que pase se te quedan grabadas, incluso sin entenderlas, y tu muerte es una de ellas, a ti, mi ángel de la guarda, por cuidarme siempre 

´                       Ángeles, me acuerdo a cada instante, mírame estoy aprendiendo a tirar pa' lante
                                    

                                                         Te quiero con el alma abuela.

2 comentarios:

  1. La carta más no me ha podido gustar!! hay que aprovechar a las personas cuando las tenemos y es que yo al igual que ella pienso que sólo muere lo que se olvida, que mientras permanezca viva en el corazón de alguien nunca muere.

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  2. Me he sentido muy identificada por que los abuelos son como los segundos padres...increíbles palabras las tuyas al igual que ese modo de expresarte tan único que tienes. Como bien dices las cosas se demuestran en vida aunque el sentimiento de vacío tras la muerte no es capaz de llenarlo nadie. Aprovecho el comentario para darte fuerza que tu abuela tiene que estar muy orgullosa de ti y te cuida desde arriba. Toda una vergüenza que a día de hoy se pierda el respeto por las personas mayores las cuales son las más sabias.Por cierto bonito fondo y más bonito es el tatuaje, un abrazo.

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